A
propósito del cine de bajo presuesto
El nombre
de esta sección del temario, me plantea un problema epistemológico. Veamos: “El guión como
propuesta de insurgencia necesariamente plegada a las
exigencias y cualidades del cine de bajo presupuesto”.
El más importante y que
desencadena “malas interpretaciones” (en el sentido que N. Frye da a este
término), son los a priori a los que hace referencia. Asume al guión como una
“propuesta de insurgencia”, y lo ata “necesariamente” al Cine de Bajo
Presupuesto (CBP). Por otro lado, también asume a priori, que hay exigencias y
cualidades propias de un CBP.
Comencemos por
preguntarnos, cuáles son la exigencias (miren que para ser BP es exigente la
categoría) y las cualidades de ese cine. Cine pobre, cine underground, cine austero,
cine independiente (de quién se pregunta una), cine comunitario, CBP. ¿Todas
esas denominaciones nos remiten, en nuestro imaginario teórico, al mismo tipo
de cine? ¿Es equiparable Solás,
con Warhol, con Jackson Gutiérrez? Y cuando pregunto equiparable, no hablo sólo
en términos de sus presupuestos o su estética; hablo en términos de la
valoración del público. Y hablo en términos, de los integrantes de las
Comisiones Evaluadoras de los entes que subsidian al audiovisual. Entonces,
cuál es la cualidad innata del CBP. Obvio, que sea barato. Primera trampa.
Barato en relación con qué. Nuestros parámetros los medimos en relación con un
presupuesto modesto de Hollywood y con los estándares salariales de la
publicidad. Todo lo que salga de ese esquema hacia abajo, es barato. Otra
característica (y a la que el título alude), es que sea insurgente, avant
garde.
Si las cualidades no
están claras, podremos entonces preguntarnos por las exigencias. Qué nos exige
el CBP. De nuevo, una trampa. Como se basa en que sea barato (más barato que
otro), eso se traduce en poco personal técnico, quizá pocos actores, lo que
significará una historia íntima (y por fin hablo de los guionistas, que se
supone es el tema) y por ser historia íntima, seguro que es tipo “arte y
ensayo”. Entonces uno recuerda a Los Idiotas, o La tigra Chaco [2].
Los Idiotas, un clásico del cine de autor contemporáneo |
Pero con el
presupuesto de Los Idiotas, seguro que puedo rodar Una mirada al mar [3] y nadie piensa
que esta última, sea una peli, ni de BP,
ni de arte y ensayo. Como
vemos, ni cualidades ni exigencias intrínsecas. Todo viene del “afuera”.
Una mirada al mar, ni BP, ni arte, ni ensayo.... |
Pero qué pasa entonces,
con esa “insurgencia necesariamente plegada” a una categoría que no es
ontológicamente sustentable, a menos que lo sea en relación con otra (y quizá
toda ontología se define en relación con el otro). ¿Cómo es un guión
insurgente?. De seguro lo es Submarino [4].
Otro clásico de la irreverencia nórdica de los chicos Dogma. |
También los
cortometrajes de Zigmund Cedinsky [5]. Pero igual lo
es Cheila una casa pa’maíta o Macho y Hembra o La boda [6].
Transgrediendo la moral establecida, sobre los roles sexuales. |
Insurgentes
también son Ugo Ulive y el monólogo de La Garza (con sus ríos de hombres)[7]. ¿Entonces la
insurgencia está “necesariamente plegada” al CBP? Se asume que el ser pobre, es
ser ñángara. Y que ser ñángara es ser insurgente.
¿Pero es así de verdad? Les recuerdo que los monos de Madagascar son comunistas [8].
¿Comunista, yo? |
Y que Sergio
es un burgués, que quiere “enseñarle las bellas artes” a Elena (sin que eso
desmerite la gran crítica que hace Gutiérrez Alea, precisamente por eso [9]).
¿Pequeño burgués? |
La película
ganadora en el Bafici 2011 (Qu’ils
reposent en révolte (des figures de guerres) de Sylvain
George [10]), que además es
un documental de más de tres horas sobre el maltrato y las terribles
condiciones de los inmigrantes ilegales africanos en Francia, tardó 5 años en
rodarse.
Cinco años tras el rastro de la inmigración ilegal. |
Eso no la hará una peli de BP, aún cuando el género documental se toma
por más económico.
Hagamos el ejercicio
entonces, una vez alertados sobre las trampas de esta categoría y los a priori que
la acompañan (y que quizá la definen), un ejercicio de guión de CBP. Pongamos
una historia de amor. Intimista. Pueblerina. Tengo entonces sólo dos actores
principales. La gente del pueblo son actores secundarios y figurantes. Y pocos
extras, pues es un pueblo tipo Otero Silva. Hasta ahí, todo me indica que esta
debería ser una peli de BP. Pero vienen los condicionantes del diseño de
producción. Como voy a rodar con equipo mínimo, ya que la historia me lo exige,
prefiero contratar al mejor fotógrafo y al mejor sonidista. Como voy a filmar
en las tierras de Otero Silva, me tengo que ir, pongamos por dirección, unas
cuatro semanas. Eso implica un gran flujo de caja, pues en ese pueblo no hay
sucursal bancaria. Entonces nuestro guión, que cumple con las exigencias y
cualidades del CBP, resulta ser una película que demanda una gran cantidad de
dinero, si lo pensamos en relación con la historia. Este ejemplo existe. Estoy
hablando de La tigra Chaco.
El experimento argentino del BP |
Ahora bien. Vamos a
hacer un guión de sci-fi. Una fuerza policial del futuro, pues estoy en el 2099,
atrapa y tortura a la disidencia. Seguramente pensaremos que esto es muy caro,
pues debo inventar una Caracas dentro de 80 años (seguro que la historia les
recuerda a Men in Black [11]).
Muchos millones, mucho espacio sideral |
Y sin
embargo, se trata de una película altamente económica. El ejemplo también
existe. Es francés y se trata de Alphaville de Godard [12].
El sci-fi en pleno París contemporáneo |
Sigamos con el juego.
Escribo una película de acción. Su protagonista es un malandro quien con sus
compinches, arremete contra la propiedad privada. Balas, muertos y demás.
Podría ser una película del establishment, o una película BP.
Pues bien, tenemos los dos casos. Azotes de barrio en Petare y La hora
cero [14]. Ustedes me
dirán.
El Johnny Q venezolano. |
Lo que quiero significar
acá, y sin tener las respuestas, es que la categoría “Cine de Bajo
Presupuesto”, es una categoría muy acomodaticia. Se acomoda a las exigencias de
los gestores culturales (de los que ahora formo parte), a la de los
realizadores y sobre todo, a la del público. Y además es una categoría que
tiene unas fronteras difusas, con otras que tampoco han estado del todo claras
en la teoría cinematográfica. Los creadores del “cine de autor”, todos ellos
críticos antes que cineastas (hablo del grupo de Cahiers du Cinema), reconocieron
años después, que esa categoría le hizo mucho daño a la historia y a la teoría
del cine. Cuando Truffaut hablaba de autor, lo hacía en referencia a Howard
Hawks y a Hitchcock; no en referencia al Rossellini de Roma [15].
Pero hoy, cuando
hablamos de CBP hablamos de películas como Las marimbas del infierno [16] (a la que
también algunos consideran de autor) pero no de Festen [17], a la que
seguro todos llamarán de autor.
¿Por qué, desde las
instituciones del estado, convocamos a Festivales de Cine Comunitario, o a
Convocatorias de Guión de Bajo Presupuesto? Porque es necesario y es un deber,
abrirle espacios a esa masa de iniciativas (y no dejaremos de hacerlo). Pero
con esas categorías, ¿no estamos haciendo un coto de caza, tanto para ellos,
como para los otros? ¿Acaso no es más rentable Azotes de Barrio que Cenizas
eternas? [18]
Cuando ni Patricia Velázquez garantiza el éxito comercial |
Para terminar. El cine,
el audiovisual, por su funcionamiento y su corta edad, se hace preguntas que
otras artes no se han hecho, o que ya las superaron. Hoy en día nadie se
acuerda que Los Miserables [19] era literatura
de folletín. Y nadie se acuerda que el folletín, era literatura menor y hecha
con el propósito de ganar dinero con cada entrega semanal. De ahí el nombre de pulp, de la cual Pulp
Fiction [20] sólo tiene la
estructura, jamás el presupuesto.
Los íconos de la cultura pop. |
Creo que tenemos que
hacer historias que nos conecten con el imaginario de nuestro pueblo. Para los
que sólo somos guionistas, y no queremos dirigir lo que escribimos (es mi
caso), escribir siempre será Bajo Presupuesto. Ahora ya no hay que gastar ni en
papel…
Escrito
para el I Encuentro Nacional de Guionistas. Organizado por el Centro Nacional
de Cinematografía (Cnac), en Caracas, Venezuela.
Sede
de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, del 23 al 25 de marzo de
2012.
[2] Los Idiotas (Idioterne), Lars
von Trier, Dinamarca, 1998. La tigra Chaco Federico Gotfried,
Juan Sasiaín, Argentina, 2008.
[5] Cineasta
venezolano, AKA Cedismundo Quintero, Algunas de sus obras son Celebración
caníbal y Psicosis karaoke.
[6] Cheila, una
casa pa’maíta. Eduardo Barberena, Venezuela, 2010. Macho y
hembra. Mauricio Walerstein, Venezuela, 1984. La boda. Thaelman
Urgelles, Venezuela, 1983.
[7] Ugo Ulive,
cineasta uruguayo que en nuestro país dirigió TO3 y Basta. El monólogo
citado pertenece al filme El
pez que fuma. Román Chalbaud, Venezuela, 1977.
[8] Madagascar. Eric Darnell, Tom McGrath, EE.UU., 2005.
[9] Hacemos referencia
a Memorias del subdesarrollo de Tomás Gutiérrez Alea. Cuba, 1968.
[10] Francia, 2010.
[14] Azotes
de barrio en Petare (Jackson Guitiérrez, Venezuela, 2006). La hora
cero (Diego Velasco, Venezuela, 2010).
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